El lienzo de la culpa

“San Jerónimo penitente”. Un óleo sobre culpa y contrición. Un hombre abrumado y afligido, sólo ante su destino.

Llevo más de tres horas inmerso entre las paredes del Prado. Saboreando a Rubens, Goya, Velázquez… distintas historias y diversos matices que han sido capturados para la infinitud. Aunque he degustado cada una de las sensaciones que las obras me brindaban, ninguna de ellas ha conseguido franquear mi sensibilidad como Lorenzo Lotto.

“San Jerónimo penitente”. La imagen de este anciano contrito, y lo que representa, me transporta a la noche de ayer.

Su expresión que mudaba a decepción, según la mía se iba tornando en rechazo. Las palabras que abandonaron mis labios, e, hiriéndole, atravesaron el aire. El pánico que me poseyó. La pena que le embargó.

Finalmente, una mancha de sangre que empezó a extenderse entre sus piernas.

Claramente, mi voz no pudo haberle matado. Pero probablemente le pudo haber salvado.

 

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